viernes, 6 de febrero de 2009

Cobardia


El tibio sol de agosto bañaba la Plaza de Mayo, de sol y calor, de vida.Cerrando mis ojos, escucho el infernal griterío de la muchedumbre enardecida por el guía de turno, en los balcones de esa casa rosada, donde se gestaron mil vidas y mil muertes de este, mi país amado. Mis pasos están grabados en esa ó esta vereda; allá cuando la garganta dolía de gritar y mi sangre corría caliente de ideales, de ansias de modificar el sistema. Años jóvenes de ideales puros, abrazando la bandera del cambio...Lentamente fuimos y somos testigos del fracaso.Las risas de los colegiales me sacaron del trance evocatorio. Con su juventud y su alegría, daban un toque distinto a tan hermoso marco.La fuente esparcía sus chorros de agua con una fuerza superior, como si ella también se uniese al jolgorio ocasional, de puro feliz no más.Un manto vivo entre gris y negro recorría la plaza; cientos de palomas que buscaban algo de comer, entre los restos de los frugales almuerzos de los oficinistas y administrativa, que al calor del sol, se alimentaban raudamente.Desde mi atalaya, los bancos de la fuente, atisbo todo el contorno. La más variada gama de gente, se entre cruza en la plaza, donde los chicos de la calle duermen al sol tratando de sacarse el frío de la noche anterior, el mendigo que arropado con sus andrajos; observa con un dejo de bronca a sus congéneres, el policía que charla con el vendedor de pochoclo, la señora que vende maíz para alimentar las palomas y la parejita de empleados de sabe Díos que empresa, que intercambian trozos de comida y pequeños besos, los estudiantes que con grandes ojos miran tratando de no perderse algo, que luego en su pueblo no puedan contar.El vendedor de recuerdos que trata de hacer negocio con los turistas europeos, el señor mayor que cruza la plaza sin despejar su vista del suelo, enfrascado en sus pensamientos. Cada uno con su drama, cada uno con su cruz...De pronto apareciste de la nada, impecable traje gris, tapado negro largo y cartera al tono, secretaria de algún despacho de las inmediaciones de la plaza, mujer joven, menuda, frágil, de apariencia delicada y pulcra. Te sentaste a mi lado, algo de tu rostro me llamo la atención, el dolor maquillaba tu cara con esa expresión de estar en medio de la nada.De reojo miraba tus extraños movimientos, tus manos febriles se sacaban con ahínco la pintura de tus uñas, los nervios te traicionaban... Tus ojos de pronto se tornaron rojos y lentamente dos perlas cristalinas rodaron por tus mejillas y luego más y más lágrimas mojaron tu pañuelo, presa del dolor rompiste en llanto. Con ambas manos te tomaste la cabeza, dejando escuchar un sordo sollozo.Un nudo apretó mi garganta...Dios que hago¡¡¡¡ Si solo con estirar mi brazo podría estrecharte y consolarte, con una palabra de aliento, sacarte del poso donde estas¡¡¡Alentarte, decirte que todo no esta perdido, que siempre hay esperanza para todo, darte la oportunidad de que me contases el porque de tu llanto, servirte de muro de los lamentos, darte la oportunidad de desahogarte. Mas mi cobardía me impidió hacerlo, primo el: Que va a pensar si le hablo, como reaccionarias, lo tomarías a mal, si me increpa de mal modo...Cuando salí del intríngulis, te mire y me regalaste una mirada de desconsuelo y tristeza que hizo atroz mi situación.Me sentí tan mal, que seguramente lo viste en mi rostro, aspiraste bien hondo y con una mueca de dolor en tu rostro, te levantaste y me diste la espalda al caminar hacia la vereda que daba a la calle.Solo atine a invocar la protección del Señor para vos, que alivie tu pena, muchacha de una tarde de Agosto con el rostro marcado por el dolor.Girasol

25 comentarios:

SILVIA dijo...

Hermosisimo relato¡¡¡¡¡¡
Quizas no fue cobardia¡¡¡¡¡
Un abrazo grande, y buen fin de semana

ade dijo...

- Mirame, sonreí mientras logro evaporar tus lágrimas. Hermoso. Ade

Ana dijo...

Hermoso y bello relato...
Muchos besos.

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Angeles dijo...

Hermoso, hiciste algo muy importante: una oración, quizás era lo que tenías que hacer.
Un abrazo.

Rossy dijo...

Quizás tu oración alivio su dolor, sin tú saberlo.

Besos, Osvaldo!

Arantza G. dijo...

El vello en forma de escarpias.
Precioso escrito. Muy bello.
Felicidades.
Besos

ISABEL TEJERA CARRETERO dijo...

Yo no la conozco pero esa Plaza de Mayo que citas me trae mucha tristeza , tristeza de madres que no les queda nada.
Un abrazo

ELSIE dijo...

A veces nos queda esa molesta espina de la duda, de que debíamos haber hecho; pero no lo llames cobardía sino mas bien la sabiduría de invocar al Señor en el momento justo. No hay mejor ayuda que la que llega desde el cielo, seguramente un ángel la esperaba en la vereda que da a la calle…
Hermoso relato.
Un beso y que los ángeles te acompañen, siempre.

La Calderón dijo...

Uahhhhh, no respiré hasta terminar de leer, el cruel pero real marco de circunstancias me removió, como a tí ¡¡Tantas cosas!! Pero ya sabemos que no se puede cambiar al mundo, solo mejorar cada día nuestro interior, y salir a la calle como espejos, talvéz, quien se mire en nosotros, al menos por un instante, pueda percibir lo que intententamos trasmitir.
Tu paz interior, le fué trasmitida a travez de tu mirada, le hizo bién............
Susana.....................

Nayuribe dijo...

Muy bello relato!!!
Te dejé algo en mi blog... pasa a revisarlo.

Anónimo dijo...

Le ofreciste tu ayuda sin ella saberlo...¿o lo supo?

precioso y conmovedor relato.

Saluods.

una sonrisa dijo...

A veces la sola presencia de alguien, sin palabras, da mucho más consuelo que cientos de palabras.
No me parece bien el encabezado, para mi no es cobardia, si no prudencia.

Una sonrisa.

Unknown dijo...

Que linda situación en la Plaza de Mayo, esa que tantos recuerdos tiene para ti y para tantos.

Hay muchas reflexiones en tu escrito... la primera que hay que aprender, literalmente aprender a huir de los ideales que tanto daños nos hacen... y volver la mirada efectivamente a la realidad, que en ese momento era aquella mujer desolada y triste.

Yo tambien he experimentado ganas de consolar a extraños que lloraban en la calle y por mi parte en determinadas situaciones hubiera agradecido el abrazo de un extraño forastero conmovido en su sensibilidad por mi dolor verdadero.

Un abrazo y lindo, lindo

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Ves? cobardía, cerguenza, pensamiento, palabra y obra, pero muchas veces tiene que ser en sentido contrario, como pensemos no actuamos, hay que hacer lo que te dicten tus sentimientos, si importar la reacción del otro, y tu te sentiste mal por no actuar, eso es lo pero te dañaste a ti mismo. Somos así, pero son experiencias para conocernos mejor y saber quienes queremos ser y quienes no.
Besitos y amor
seguro que ante otra situación parecida actuaras sin importarte nada y lo que tu das lo sentiras como recibido.
Besos otra vez y amor
je

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Muy hermoso tu relato.
Creo que se tiene que romper con los prejuicios de antaño tan arraigados en nuestro ser y atreverse a dar consuelo a quien lo necesita aunque nos rechace.

No es cobardía, son esquemas que traemos desde sabe Dios cuando grabados en nuestros genes mismos.
A veces se necesita tanto un abrazo, y otras veces soledad para gritar.

Me hiciste recordar cuando perdí mi pareja .
Yo andaba como esa mujer, y le gritaba al universo mismo se apiadara de mí. Hubiera agradecido el abrazo de cualquier persona hombre o mujer.
Afortunadamente todo se lo lleva el río y limpia de nubarrones lo que empañaba la vida.

Gracias por compartir este relato y gracias por estar siempre en mis letras
Celia

Arantza G. dijo...

Gracias Osvaldo por tus palabras; siempre precisas y bellas.
Os echaré de menos a todos mis amigos del blog. Sois como mi familia.
No os conozco personalmente y os quiero.
Un beso.

FDG - El Señor de Monte Grande dijo...

El crisol de la ciudad a veces inundada de penas inconsolables, aunque en la Plaza de Mayo tenemos uin refugio importante, lo utilizo una vez por semana , vasta ver sus columnas y persignarse al entrar.

Un abrazo desde MG

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Osvaldo, tu narración me hizo parir un escrito que acabo de publicar, por si deseas verlo.

Gracias amigo de letras que amalgama sentimientos y despierta otros para que no se olviden y sirvan de cimiento al contunu caminar en la vida.

Celia

Rita dijo...

Buenas tardes cielo hermosisimo escrito, espero que disfrutes de esta semana que esta por comensar,un abrasito para ti.

Lucía dijo...

Osvaldo has conseguido erizarme la piel con tu relato.
Quizás algún día encuentres a otra persona similar y actues de otra forma.A veces la impotencia nos paraliza.
Ya pediste por su dolor!!
Plaza de Mayo...dolor y lágrimas.
Un beso.

RosazuL dijo...

me parecio muy interesante :)!
te invito a mi blog.. tal ves podamos compartir ideas..

≈♦ Mi Sentir ♦≈ dijo...

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(¸.-´ (¸.-` ♥♥´¨) ♥.-´¯`-.- ♥.Osvaldo que bello relato, que disfrutes de este semana, te dejo un abrasito y gracias por acompañarme en mi blog, buenas tardes.♥

Sol - Estaré siempre dijo...

Ayyyyyyyy.. porque no le preguntaste nada???
Quizas ella esperaba que lo hicieras.. quizas le hubieran hecho bien tus palabras !!!
Si me ves por la calle y ves que lloro, por favor no te olvides de preguntarme que me pasa si???
Me encantó la historia cielo!!!
Es muy bella... realidad o ficción???

Unknown dijo...

Mimbre:
Y un mimbreral vibrante fué el chubasco resuelto"
Esto escribe Leopoldo Lugones en el
"Salmo pluvial"
Y es como de repente se cae una lluvia de palabras en tu obra.
Sin duda tu obra apunta a un humanismo definido y transparente.
Un abrazo de..Saúl.-