Miro, Observo, Veo...

El Sol es dueño
de un cielo azul-celeste
El calor me sume
la modorra me lleva
en nuestro cuarto la cama
-mi destino- la siesta
Por la ventana, furtivos
tenues rayos de luz, se cuelan
entre el tramado de las cortinas
Hay en el ambiente perfume
delicado perfume de violetas
Tu perfume, amor...Tu perfume¡¡
Reprimo mi instinto primero, me contengo
Te miro, te observo, te veo
levemente recostada sobre un costado
casi cruzada en la cama, duermes.
Tu cabeza sobre la almohada
buena parte de la cabellera, sobre esta
el resto sobre el hombro en cascada
Estas desnuda, lo se, tu ropa
sobre el respaldo de la silla, colgada.
Tu respiración es lenta, pausada.
Y a su compás, cambia tu figura
Uno de tus pechos se muestra desafiaste
como un centinela alerta, más el otro
comprimido por el peso del cuerpo
cambia su forma sutilmente, deliciosamente.
La planicie de tus omóplatos marcan
el camino hacia el valle de tu cintura
La blanca tela marca la frontera
entre la realidad y mi imaginación
Se de lo tapado pues allí he estado
Se que el divino alfarero te ha dotado
de la cintura hacia abajo, dos redondeces
de vasijas modeladas, tersas, suavemente
por un fino canal separadas
Se de largas piernas,
de muslos bien torneados
Que en su nacimiento tienen
El templo de la vida, atesorado
Se de rodillas perfectas,
de pantorrillas delicadas
tobillos finos y pies delgados
dedos pequeños y bien formados
Se de otras cosas, ya he estado
Y las mieles de tu panal he gustado
Te miro, te observo, te veo
Y en mi mente...
Un cuadro he pintado¡¡
Girasol